La familia ha sido siempre y será el lugar primero y más inmediato en la socialización del niño. Es en este medio donde aprenderá y establecerá sus patrones básicos de conducta y de relación social que mantendrá a lo largo de su vida. Pero a demás, son otros dos los instrumentos más importantes que influyen en este proceso de socialización iniciado en la familia. Hoy en día los medios de comunicación e información, en especial la televisión e Internet, tienen una presencia casi inevitable en la vida de los chicos y chicas. A demás, la escuela es un espacio y una herramienta muy eficaz para conformar la vida social de las personas.
El año 2000 fue declarado el ‘Año Internacional de Cultura de Paz’ por las Naciones Unidas. Para conformar la Paz nada mejor que en estos tres ámbitos en los que se mueve el niño se le transmitiera una cultura de paz, sin embargo, me voy a centrar en el de la escuela por este un blog enfocado hacia la educación formal. Su misión es la educar, y ello implica el capacitar a las personas que pasan por ella para vivir en armonía dentro de la sociedad, para encontrar su lugar y, una vez encontrado, seguir aprendiendo mientras lo ocupa.
En 1948 se aprueba la Declaración Universal de los Derechos Humanos, a la que siguen numerosas declaraciones y muchas otras convenciones que llevan a que se apruebe, en 1974, la Recomendación sobre la Educación para la Comprensión, la Cooperación y la Paz Internacional y la Educación Relativa a los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales.
El movimiento de Investigación para la Paz nace en EEUU a finales de los años 50 que añade como contenido de la Educación para la Paz la Educación para el Desarrollo que pretende combatir las estructuras de intercambio injustas. En España la Investigación para la Paz se desarrolla a partir de los años 80 con el CIP (Centro de Investigación para la Paz)
Un acontecimiento importante en el proceso de la cultura para la Paz fue el hecho de que la LOGSE incluyera como materia interdisciplinar la Educación para la Paz. Pretende que ésta esté presente tanto en la transmisión de los valores que se hace de manera implícita en el currículum oculto como de manera más formalizada en el currículo explícito. Se ha convertido en un tema transversal que impregna todas las áreas del currículum en todas las etapas.
La Educación para la Paz ha sido siempre enfocada desde una perspectiva positiva, es decir, no como negación de la guerra o ausencia de violencia sino que se define como una cultura dirigida a la construcción de la justicia y del tratamiento pacífico de los conflictos mediante técnicas de comunicación, mediación y negociación. Puesto que somos seres morales nos preocupa la sociedad, el mundo, y de ahí la importancia de una educación política que e dirija hacia la abolición de las relaciones de poder. Trabajar para la Paz implica el respeto constante de los Derechos Humanos y del desarrollo a través de la creación y la toma de responsabilidades que posibiliten el cambio. Promueve la educación en valores y la actitud crítica que evite la pasividad y conformismo, sobretodo mediante la cooperación y la participación, enseñando y aprendiendo la tolerancia y el respeto. Persigue que cada persona canalice su energía y fuerza agresiva en procesos constructivos que le ayuden a afirmarse como persona. A demás, la educación para la paz contempla la necesidad de cuidar el medio ambiente, por lo que, mediante la educación ambiental, pretende conseguir el equilibrio ecológico. Palabras claves en la Cultura de la Paz son Solidaridad, Respeto, Comprensión, Justicia, Igualdad, Diálogo…
Algunas fechas nos hacen considerar de manera especial el tema de la Paz en las escuelas: el día 30 de Enero, aniversario de la muerte de Ghandi, se ha convertido en el día escolar de la Noviolencia y la Paz; El 17 de Septiembre es el día Internacional de la Paz; y el 10 de diciembre el Día de los Derechos Humanos. Pero la Educación para la Paz no se puede quedar en simples recordatorios y celebraciones puntuales a lo largo del curso académico.
Para que la metodología empleada sea acorde con la finalidad de la Educación para la Paz, se ha de trabajar para que en el aula haya un clima de confianza y participación, que permita a cada uno desarrollar actitudes pro-sociales y de apoyo mutuo, así como reforzar la autoestima y la habilidad y el gusto por compartir. De esta manera lo que se pretende enseñar forma parte del propio proceso de aprendizaje.
Los alumnos han de ser conscientes de que viven en un entorno amplio no exento de conflictos. Para entender el mundo en el que viven no pueden dejar de ver conceptos como conflicto, resolución de conflictos, guerra, paz, militarismo y armas, sexo, raza, poder, justicia, ecología, cuestiones de economía y de recursos mundiales…
En definitiva, me parece que se trata de poner al alumno en relación con el entorno global en el que se va a desarrollar su actividad y vida, y que lo sienta como suyo. Si se le hace consciente de esto, se dará cuenta de que él mismo puede hacer algo para construir y reformar este mundo para que otro mejor sea posible.
Juegos para la Paz: http://www.pangea.org/edualter
Vídeo: http://www.pangea.org/sedupaz
Discursos de Luther King, M., Nobel de la Paz (1997): http://www.unileon.es/vi/recpub
Bibliografía: HICKS, D. (Comp.) (1993) Educación para la Paz. Madrid: Ed. Morata y
MEC.
JARES, X. J. (1992) Educación para la paz. Madrid: MEC (Col. Cajas
Rojas. Secundaria. Transversales)
LEDERACH, J. P. (2000) El abecé de la paz y los conflictos. Madrid: Los
libros de la catarata.
LOZANO MAYA, F. J., RUEDA PRIETO ( 1997), Mª A. Educación
para la Paz. YMCA: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario