Este fenómeno cada vez se presenta en edades más tempranas. El rango de edad más implicado se sitúa ente los 13-14 años. A demás la proporción de chicas agresoras se duplica en los últimos años, siendo el 6% del total, mientras que el índice de victimización en ambos sexos es muy similar (21 % de chicas frente al 23% de chicos)
Utilizan este sistema para esconder sus propios miedos y debilidades. Haciendo a los demás sentirse mal o inferiores ellos se sienten más poderosos, superiores. Por eso hay que hacerles entender que no es necesario despreciar a los demás ni hacerles sentir inferiores para que ellos se sientan mejor, sino que por ellos mismos valen más de lo que piensan: 'No es necesario apagar la luz de los demás para que la propia brille con fuerza'. Desde la confederación de Organización de psicopedagogía y Orientación de España (COPOE) se recomiendan una serie de protocolos para la prevención e intervención en las situaciones de maltrato entre compañeros: En primer lugar hay que vigilar con más atención los momentos más críticos tales como las entradas y salidas, los recreos, el comedor, el autobús los baños, vestuarios, etc. Convendría estar más atento ante cualquier indicio de que se está aislando a cualquier alumno. Habría que trabajar mucho más la educación emocional desde la educación infantil hasta el final de la escolarización, dentro de la tutoría, y de igual manera, incentivar la formación psicopedagógica del profesorado tanto inicial como permanentemente. La buena preparación del equipo docente es un factor clave para el logro de una buena convivencia en el centro sin la presencia de estos actos violentos. En el momento en el que se produzca una situación de maltrato hay que actuar con rapidez y contundencia siguiendo un plan prefijado que involucre a toda la comundad educativa, incluyendo las familias y otros agentes externos como trabajadores sociales, psicólogos, etc. Es necesario diseñar actividades dirigidas a las víctimas, a los agresores, a los espectadores, con los gupos, con las familias y con la comunidad educativa. Así, en el grupo hay que incrementar la cohesión y la tolerancia y destacar las ventajas de actuar en grupo (mediante reuniones o el rol-play); con la víctima hay que desarrollar estrategias de autoproteccion y ascenso social; darle confianza y potenciar su autoestimay habilidades sociales. También habría que ofrecerle la posibilida de cambiar de grupo; Con el agresor se debe hacer un entrenamieno para superar los mecanismos de respuesta habitual, así como enseñarle a aceptar los códigos de conducta necesarios para una buena convivencia y hacerle asumir el esfuerzo que ello le va a suponer. Por último, cuando se trabaje simultáneamente con agresor y agredido hay que evitar cualquier alusión a la culpabilidad, aclrar el propósito del cambio de conductas y recurrir a la mediación escolar. Lo más importante es tomar medidas preventivas anticipándose al problema, y una vez agotadas esas medidas habrá que aplicar el reglamento de régimen interno de sanciones. Es preciso que estas acciones sean educativas. A una acción agresiva hay que enseñar respuestas asertivas o educativas, ya que hay casos en que no se conocen otros modos de actuar alternativos a la violencia. Lo que no se puede hacer es pasar por alto cualquier acción agresiva, sea de naturaleza verbal, psiológica o física. En ocasiones olvidamos que las primeras suelen llevar a situaciones mucho peores. http://www.youtube.com/watch?v=Fm-JO4aPV9s http://www.youtube.com/watch?v=gct6hWe_WI0 http://www.oei.es/valores2/c1.pdf http://w3.cnice.mec.es/recursos2/convivencia_escolar/index.html http://www.adide.org/revista/index.php?option=com_content&task=view&id=75&Itemid=29 http://www.infopsiquiatria.com/proyectohombre/monografico.pdf#page=48sábado, 22 de diciembre de 2007
El Bullying (o de los matones)
Con este término anglosajón nos referimos a toda la actividad que llevan a cabo los matones de las escuelas, algo más que niños traviesos haciendo alguna chiquillada. Intimidan con su comportamiento a alumnos y profesores, son especialistas en perturbar la paz en las aulas y en no pocas ocasiones llegan a la agresión física. El bullying incluye en su definiciónque la acción violenta sea repetitiva e intencional, lo que implica la victimización.
A veces el maltrato es psicológico: Recurren a la discriminación, y siempre la descargan con aquellos más débiles o más pequeños que ellos. Dejan de lado a alguno de los alumnos riéndose de ellos o de alguna de sus características: que sean negros, que sean bajitos, pelirrojos, gordos, con pecas o de un sexo diferente al suyo. En un momento dado todo pueden ser defectos o causas para excluir a alguien y tratarle como si fuera algo inferior a ellos. Le critican por su forma de vestir, de andar, de pensar... Les insultan, les hacen sentir ajenos como si no fueran parte del grupo o fueran menos importantes que ellos. En ocasiones les quitan la palabra, no dándoles la oportunidad de expresar sus ideas y opiniones.
Otras veces sus actos pueden llegar hasta la agresión física: Patadas, empujones, puñetazos...
Según el 'Informe de Violencia Escolar: el maltrato entre iguales en la Educación Secundaria Obligatoria 1999-2006' del Defensor del Pueblo, la forma de agresión más frecuente es la verbal (entre el 55,8 y el 49%) seguida de la exclusión social (22%) y amenazas (22,7%), agresión física directa (14,2%), robar cosas (10,5%) romper las cosas de otros (7,2%) y por último la agresión sexual (1%).
Sus actuaciones son generalmente secundadas y reídas por un grupillo de secuaces al que el protagonista se ha ganado con algún tipo de complicidad (que siempre es falsa) o la promesa de algún favor. Este hecho les hace más poderosos y fuertes porque les hace tener más confianza en sí mismos al pensar que lo que hacen es bueno porque divierte al resto de sus compañeros, sin tener en cuenta el daño que les produce, y que no son ninguna broma porque no todos son los que se ríen.
Más arriba he mencionado que lo que hacen parecen hacerlo sin razones aparentes, pero no siempre es así, y en ocasiones, tratando de encontrar las causas de su comportamiento podemos descubrir algunas situaciones difíciles que les hacen llegar a ser como son y tratar a los demás de esa manera. Muchos de los maltratadores tienen o han tenido alguna situación de difícil superación para ellos, como divorcios o separaciones de los padres, maltrato por parte del padre hacia la madre, hacia alguno de sus hermanos o hacia él mismo. El hecho de vivir la violencia en su propio hogar les hace pensar en ella como medio para conseguir lo que ellos quieren, como forma de relacionarse con los demás e imponer su propia opinión abusando de su poder.
El modelo social que proporcione la familia, así como el grado de aceptación o rechazo percibido por el niño durante su etapa de crecimiento, influye directamente en su comportamiento.
Este tipo de agresión está presente en más del 50% de los centros escolares de nuestro país. El 14% de los alumnos españoles sufre algún tipo de violencia escolar, porcentaje similar al de hace 10 años. Pese a que es un hecho que viene produciéndose hace décadas en los centros educativos de nuestro país, es recientemente cuando, gracias a los medios de comunicación, los actos violentos salen a la luz y se convierten en tema de debate.
Lo que sí que parece haber aumentado en estos últimos años son las situaciones de indisciplina dentro el aula, así lo declaran el 80% de los alumnos que viven estas situaciones a diario al igual que los rofesores, que ante la dificultad para impartir sus clases y mantener el orden en la clase, han organizado, mediante la Asociación Nacional de profesores (ANPE) el defensor del profesor.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario