La educación intercultural viene a ser el proceso mediante el cual los miembros de familias inmigrantes en edad escolar se incorporan e integran en la vida de una cultura diferente; a demás, aunque no hubiese esta necesidad de integrar miembros de otras culturas a nuestras escuelas, la educación intercultural tendría que ser contemplada en los programas escolares como parte de la formación para una ciudadanía global. La igualdad de derechos y oportunidades para acceder a los servicios básicos gratuitos tendría que ser una realidad. Que en la actualidad esta igualdad no sea una realidad palpable a nivel administrativo, no tiene que influir en que dentro de las aulas se mantengan estas desigualdades. Se ha de erradicar de las aulas la discriminación a las personas por alguna diferencia que presenten respecto de la mayoría.
La Interculturalidad en la escuela ha de partir de un deseo de conocer y respetar a compañeros y alumnos que provengan de diferentes etnias y culturas. La realidad es algo que se construye entre todos y cada uno puede aportar algo en su construcción, por eso en las escuelas se han de dar oportunidades, de tiempo y espacio, para que se lleven a cabo procesos críticos de expresión de ideas. Si se dan dichas oportunidades (fijadas en el currículo y en el horario escolar) se facilita la construcción de una cultura escolar -o ambiente- que valore la riqueza que supone la diversidad cultural, haciendo de la experiencia de la convivencia un hecho enriquecedor. Por eso el currículum ha de ser pensado como una opción válida para todos que ayude a integrarse en el mundo laboral y social con la mayor habilidad posible, un constructo representativo e inclusivo de todos los miembros a los que influye directa o indirectamente.
En el currículo no puede faltar como materia la referencia a diferentes culturas y a sus costumbres e ideologías, con proyectos de carácter social y del establecimiento de la igualdad en las relaciones en que intervienen actores de diversas culturas o etnias. Se trata de comprender a otras culturas para eliminar prejuicios; fomentar el diálogo y comunicación entre culturas. Puede darse el caso en que las lenguas sean diferentes, y entonces hay que pensar en esas otras formas que tenemos para comunicarnos y que pueden proporcionar seguridad a quien se encuentra en un clima distinto del suyo o de difícil comprensión; así por ejemplo se pueden decir muchas cosas con gestos faciales o gestuales, con la postura, con el tono de voz y el afecto… y comunicarnos sin necesidad de utilizar el lenguaje verbal. Otras veces, para no aumentar el grado de ansiedad que pudiera producir el hecho de ser una comunicación compleja, hay que aceptar cierta imprecisión en los contenidos de la comunicación, sin exigir la completa comprensión. La pertenencia a un grupo étnico genera una identidad, influye en nuestro proceso de socialización ya que interiorizamos determinados valores y formas de hacer que nos configuran nuestro modo de ser. A demás, también contribuye a nuestra identidad personal el cómo nos relacionemos con otros grupos étnicos, parte innegable en el proceso de socialización en una actualidad multicultural. Por ello se pueden llegar a construir identidades mixtas o abiertas formadas por la incorporación de contenidos de diversas culturas (identidades flexibles o fluidas).
Los alumnos provenientes de otras culturas llevan consigo incorporados determinados valores y expectativas que condicionan, no sólo su estilo cognitivo sino la manera de relacionarse con los otros y sus conductas en el aula y hacia la escuela.
En el proceso de socialización interviene la resolución de los conflictos que se le van presentando en su vivencia con los otros, y el modo en el que se solucionen depende en gran medida de la cultura en la que se produzca y de la que se provenga. Muchas veces estos conflictos se producen a causa de estados de ansiedad o angustia y por ello es tan importante que se establezca un grado adecuado de comunicación que permita superarlos, así como un clima de respeto y convivencia.
La labor del profesor en este aspecto es básica. Tiene que tener las competencias necesarias para facilitar la integración de estos niños. Muchas veces este tipo de alumnado puede sufrir crisis de identidad por lo que el profesor tiene que ayudarle a reconocerse a sí mismo y a lo que trae consigo, demostrándole que se aprecian su legua y cultura, que se aceptan y valoran como cada una de las diferencias individuales que tiene cada persona. Esta demostración requiere en primer término la oportunidad de expresión por parte del alumno y de las familias de esas creencias, valores e intereses, y en segundo lugar actitudes de escucha atenta y desinteresada de opiniones y expectativas que conduzcan a la negociación. El profesor debe impulsar las relaciones con las familias para que haya continuidad entre ambos proyectos: familiar y escolar, y que ambos estén dirigidos hacia el pleno desarrollo de las capacidades del niño.
BIBLIOGRAFÍA: JORDÁN, J. A. (1996) Propuestas de educación intercultural para profesores. Barcelona: Ceac.
JORDÁN, J. A. (1998) La escuela multicultural. Un reto para el profesorado. Barcelona: Paidós.
MIGUEL ÁNGEL ESSOMBA (Coord.) (1999). Construir la escuela intercultural: Reflexiones y propuestas para trabajar la diversidad ética y cultural. Barcelona: Graó.
Un artículo que apareció en el país y que viene muy a doc para el tema de la interculturalidad: http://www.elpais.com/articulo/educacion/Soluciones/gueto/elpepusocedu/20071217elpepiedu_1/Tes
Añado aquí el enlace de una ponencia de D. Ramón Pérez Juste que tuvo lugar en
el SEMINARIO 2003 "Inmigración y Educación. La Intervención de la Comunidad Educativa" Pinchando en él se podrá también tener acceso al seminario completo con el resto de las ponencias: http://www.mepsyd.es/cesces/ponencia-perez-juste-seminario2003.htm
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